En junio de 2012 un
golpe institucional destituyó al presidente democráticamente electo de
Paraguay. Un año y dos meses después, con la presidencia interina del
vicepresidente, Federico Franco, en el medio, el Partido Colorado a través del
empresario Horacio Cartés, volvió al poder después de 4 años. La participación
de las multinacionales sojeras expresadas por Cargill, los medios de
comunicación liderados por el Grupo Zucolillo, las fuerzas de seguridad, la
burocracia sindical representada por la Unión de Gremios de la Construcción (UGP)
y la derecha paraguaya construyeron el escenario perfecto para terminar con el
escollo que faltaba para volver al poder. "Resumen del Sur", dialogó con Marcela
Ricart, militante del Partido Revolucionario Febrerista, integrante del Frente
“Avanza País”, y nos contó la compleja situación que vive el país hermano.
¿Cuál es la
situación actual de Paraguay, luego del golpe a Fernando Lugo?
La situación actual
de nuestro país es compleja. Horacio Cartés es un hombre que viene del
empresariado y tiene vinculación con el narcotráfico. Asumió con un discurso de
“olvido del pasado” haciendo alusión a los crímenes de lesa humanidad que se
cometieron durante la dictadura de 35 años del General Alfredo Stroesner.
Reivindica la figura del dictador al punto de designar como embajador en
Naciones Unidas a su nieto, Alfredo "Goli" Stroessner. Esto significa
un atropello a todos los que militamos por los derechos humanos en Paraguay.
Una de las primeras
medidas fue la APP. ¿Qué significa eso?
La APP (Alianza
Público Privada) le otorga superpoderes para vender empresas del Estado sin
pasar por el parlamento. Es lisa y llanamente un plan de privatización de los
principales recursos y servicios. Esto está relacionado a los recientes
aumentos de electricidad. Tenemos la energía eléctrica más cara dela región,
algo así como 150 pesos argentinos, ahora cartes la llevo al doble, teniendo en
cuenta el consumo que existe en Paraguay debido a las altas temperaturas que
tenemos en verano que van de 40 a 45 grados. También aumentaron la tarifa del
transporte público. Horacio Cartés es dueño de 27 empresas y cuenta con el
apoyo de multinacionales como Cargill y los medios hegemónicos de comunicación
que se encuentra bajo el ala del grupo Zucolillo.
¿Cuál es la
situación de las organizaciones sociales?
Las fuerzas
populares de Paraguay están divididas. En las elecciones fuimos con dos
candidatos distintos. Por un lado el Frente Guazú y por el otro Avanza País.
Esto sin duda nos debilita. No obstante, logramos cohesionarnos en
reivindicaciones concretas como la investigación de la Masacre de Curuguaty y
la defensa de los campesinos presos por el gobierno. La soberanía alimentaria
también es un eje que nos une pero no lograr articular un frente que pueda
avanzar en términos electorales.
¿Qué posición
tomará el Cartés en relación al MERCOSUR?
Más allá de los
tironeos iniciales con Venezuela por el ingreso al Mercosur, el gobierno sabe que
sin una articulación con el Mercosur, no existe. Ahora todos los funcionarios
que decían que no había que volver, están callados. Los medios le bajaron el
tono también. Lo que está claro es que, a diferencia de los que pasaba durante
el gobierno de Lugo, las que vamos a quedar afuera de las instancias
regionales, seremos las organizaciones sociales.
¿Qué se puede decir de la masacre de Curuguaty?
La masacre de
Curuguaty puso de manifiesto el problema
de las tierras en Paraguay. Las tierras supuestamente tomadas por los
campesinos eran del Estado paraguayo. Había sido donada al ex senador del
partido colorado, Blas Riquelme, quien luego presento un litigio pidiendo el
desalojo de los campesinos. Eso genero un enfrentamiento donde murieron 11
campesinos y 6 policías. El relato
oficial habla de emboscada de los campesinos hacia la policía pero la realidad
es que había en el lugar 300 policías armados y 60 campesinos. ¿Es posible una
emboscada? Es una ridiculez. La fiscalía dice que los campesinos mataron a los
6 policías, pero de las armas que aparecen como prueba, ninguna fue disparada.
La realidad es que tenemos a 12 campesinos presos de las cuales 3 son mujeres,
sin pruebas del delito que dicen que cometieron y en condiciones terribles.
¿Cuál es la
situación de los campesinos presos?
Luego de una huelga
de hambre de 59 días, 6 de los 12 campesinos están en prisión domiciliaria. El
resto, está en la cárcel esperando el juicio oral que se espera que sea entre
abril y mayo, aunque como quieran apurar las cosas, pueden llegar a convocarlos
para fines de febrero.
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